El punto donde enfocamos es muy importante en fotografía macro y mal escogido puede arruinar una fotografía

El enfoque y la profundidad de campo en macrofotografía

Como ya hemos comentado, la profundidad de campo es la porción de espacio que aparece nítida en una fotografía, y depende de tres factores:

La abertura del diafragma: Cuanto mayor sea la abertura del diafragma menor será la profundidad de campo. La distancia focal: Cuanto mayor sea la distancia focal, menor será la profundidad de campo. La distancia entre la cámara y el sujeto: Cuanto menor sea la distancia, menor será la profundidad de campo.

En macrofotografía, trabajaremos la mayoría de las ocasiones a distancias extremadamente cercanas al sujeto y con teleobjetivos de 100 o más mm., lo cual significa que tendremos que lidiar con profundidades de campo muy reducidas y enfoques muy críticos.

La primera intención al fotografiar un sujeto con la técnica macro suele ser que aparezca todo nítido. Esto puede ser complicado, dada la escasa profundidad de campo que tenemos. Podemos cerrar el diafragma para aumentarla, pero debemos tener en cuenta que con diafragmas muy cerrados aparece un efecto llamado difracción, que se produce cuando la luz atraviesa un contorno, en este caso el diafragma. La luz se ve más afectada cuanto menor es el contorno, y se produce una dispersión que afecta a la nitidez y provoca un suavizado general en la imagen. Por tanto hay que ser muy cuidadosos al cerrar el diafragma y hacer pruebas con nuestro objetivo para saber hasta dónde podemos llegar con él.

Para hacer buenas fotos con macro en casa tenemos que dominar las técnicas
Canon 350D; 100 macro; f/9; 1/160s. Con el diafragma cerrado a f/9 y enfocando al ojo de la rana, el cuerpo aparece ligeramente difuminado.
La profundidad de campo en las fotos macro es muy limitada
Canon 350D; 100 macro; f/2,8; 1/160s. Si abrimos el diafragma a f/2,8 los detalles del cuerpo se desvanecen y los ojos de la rana ganan fuerza.

Otro modo de que nuestro sujeto aparezca completamente nítido es fotografiarlo desde el ángulo más estrecho. Por ejemplo, un insecto puede ser imposible sacarlo completamente nítido si lo fotografiamos de frente, pero de lado o desde arriba se verá más estrecho y podremos sacarlo completamente enfocado.

No obstante, no debemos ver la escasa profundidad de campo de la macrofotografía como una limitación, sino como una oportunidad de lograr fotos más atractivas al utilizarla en nuestro beneficio.

La limitada profundidad de campo nos permite lograr fondos lisos atractivos con mucha facilidad, y por otra parte, un desenfoque acusado y selectivo permite lograr imágenes de gran impacto que pueden rozar la abstracción.

Una decisión muy importante y que puede determinar el éxito o el fracaso de una fotografía macro es decidir dónde enfocamos. En el caso de los animales, la decisión es sencilla, siempre enfocaremos los ojos, pues es el punto a dónde va la siempre la mirada del observador. Pero en el caso de otros sujetos hay que buscar el elemento dominante, aquel que llamará primero la atención del observador.

Cuando enfocamos con una cámara réflex lo hacemos con el diafragma abierto al máximo. Si queremos saber cómo quedará la imagen con un diafragma más cerrado pulsaremos el botón de previsualización de la profundidad de campo, el diafragma se cerrará y veremos cuanto abarca la zona nítida de la imagen. Si hay poca luz, la imagen puede oscurecerse demasiado para apreciarlo con claridad.